La Parroquia de San Fernando fue formada en el año 1964 en el llamado Ensanche de Santiago de Compostela. El Cardenal arzobispo Fernando Quiroga Palacios desempeñó un papel fundamental en la creación de la parroquia de San Fernando. Fue su iniciativa erigir una iglesia en esta zona en expansión de la ciudad, dedicándola a su santo patrono.
En aquellos años, la ciudad experimentaba un proceso de crecimiento acelerado, especialmente debido a la Universidad de Santiago y al asentamiento de nuevos profesionales. Así, la ciudad tuvo que crecer más allá de sus límites y ocupar terrenos agrícolas y otros campos situados al suroeste del centro urbano. Este proceso se prolongó durante varias décadas, pero desde mediados del siglo XX, la Parroquia de San Fernando se convirtió en la referencia espiritual, asistencial, social y formativa de varias generaciones compostelanas.
A la hora de crear esta comunidad, el Cardenal contó con la ayuda del sacerdote Manuel Cacheda Vigide, quien se convirtió en el párroco y trabajó incansablemente durante muchos años. Este ya tenía experiencia en la construcción de iglesias, ya que previamente había construido la Iglesia de Soutelo de Montes. Los terrenos para construir el complejo parroquial fueron donados por Esperanza Rubido Romero.
El proyecto fue concebido como una creación moderna en consonancia con el programa litúrgico-pastoral del Concilio Vaticano II. Para lograrlo, se contrató a Andrés Fernández-Albalat Lois, uno de los arquitectos gallegos contemporáneos más destacados. Formaba parte del movimiento moderno y desempeñó un papel importante en el mundo cultural gallego durante la segunda mitad del siglo XX.
Su ejecución se prolongó durante años por razones económicas. Es así que la iglesia se inauguró 25 años después del nacimiento de la parroquia. El templo es un gran espacio curvado y diáfano, donde el hormigón juega un papel fundamental, con dos áreas diferenciadas. Una de ellas, más íntima, está destinada a la custodia del Santísimo y la oración, mientras que la otra, de gran amplitud, se utiliza para la celebración litúrgica.
El primer párroco, Manuel Cacheda, fue un gran impulsor en la construcción y consolidación de la parroquia. Sin embargo, después de más de 50 años, esta área está experimentando un proceso de envejecimiento. Igualmente, la Parroquia de San Fernando sigue siendo una de las parroquias más habitadas y con mayor actividad en Santiago de Compostela.
La parroquia realiza misas de lunes a sábado a las 9:00 y a las 20:00. Los domingos y festivos tienen cuatro turnos, a las 9:30, a las 12:00, a la 13:00 y a las 20:00. Las vísperas de festivo se celebran a las 20:00.