El Parque de San Domingos de Bonaval es uno de los emplazamientos verdes y monumentales más conocidos y representativos de la capital gallega. Este gran espacio natural y patrimonial se extiende a lo largo de casi 40.000 metros cuadrados de hierba, especies arbóreas, fuentes, canales y monumentos artísticos.
El recinto limita con diversas instalaciones museísticas e históricas, como el Centro Galego de Arte Contemporáneo, el Museo do Pobo Galego o el Panteón de Galegos Ilustres, que en su conjunto conforman uno de los complejos culturales, artísticos, históricos y naturales más importantes de toda Galicia.
El proyecto fue planteado en una antigua finca y cementerio rehabilitada como parque urbano por la arquitecta paisajista Isabel Aguirre y el portugués Álvaro Siza, también responsable del propio CGAC.
A lo largo del parque, los visitantes pueden disfrutar de una completa panorámica de la ciudad de Santiago de Compostela, sus tejados, chimeneas o incluso el convento de Santa Clara. Esta impactante vista destaca, especialmente, desde el propio mirador del parque, ubicado en la colina de la Almáciga.
El conjunto proyectado por los arquitectos está conformado por la unión de nuevos muros de piedra y rampas que facilitan el acceso a las distintas plataformas dispuestas a lo largo del trayecto.
Estas se completan con otros elementos como el viejo cementerio situado en el mismo recinto, ahora totalmente integrado. De este modo, el proyecto de reforma respetó la estructura original de la finca y la disposición planteada favorece un recorrido y una visita mucho más orgánica, para disfrute de vecinos y turistas.
El agua recorre la totalidad del recinto de Bonaval a lo largo de los senderos que lo conforman, con fuentes, canales y aljibes.
La parte inferior era conocida por ser la huerta que los monjes usaban para zona de cultivo. Precisamente, este espacio acoge desde 1994 la pieza ‘A Porta de música’, la única obra permanente del escultor Eduardo Chillida en un espacio público de Galicia. En la segunda parte del complejo se ubica el antiguo cementerio, donde se construyeron los nuevos jardines.
La tercera zona se encuentra separada por un muro de piedra. Se trata del robledal o carballeira, que destaca por el arbolado presente de esta tipología y la inclusión de numerosas especies de especial interés botánico. Como parte del anecdotario del parque, esta zona albergó la primera antena de radio instalada en Galicia.
