La Iglesia de San Pedro, datada del siglo XVIII, se ubica en la calle con el mismo nombre de Santiago de Compostela, famosa por ser una de las principales vías de entrada de los peregrinos del Camino Francés.
Este templo de corte moderno fue levantado sobre una antigua iglesia que se remonta al siglo IX, llamada San Pedro de Fóra por su ubicación en la parte exterior de las murallas de la ciudad vieja.
La iglesia se beneficiaba, desde el año 1200, del canon que tenían que pagar los vendedores de conchas que comerciaban en las proximidades. De hecho, el barrio de Concheiros, situado en las cercanías del templo, recibió su nombre a raíz de esta tradición.
Ya en el siglo XV, el antiguo edificio, que entonces se encontraba en estado ruinoso, pasó a depender del monasterio de San Martiño Pinario, como parte de las reformas aplicadas en la ciudad por orden del Cardenal Cisneros.
Este fue finalmente derruido en el año 1839 y la construcción del inmueble, tal y como se conoce, un proyecto sencillo y de apenas valor artístico, fue proyectada siglos después.
El interés del templo radica, especialmente, en la propia historia que desembocó a su estado actual y en algunos de los elementos que conservan sus muros. En su interior alberga varios altares de estilo neoclásico con imaginería atribuida al taller de José Ferreiro.
Además, esta iglesia de corte neoclásico todavía conserva algunos elementos del antiguo monasterio de San Pedro de Fóra. A lo largo de los años, los equipos de investigadores hallaron diversos restos de enterramientos en el atrio de la iglesia.
Se cree que estos vestigios se remontan al monasterio benedictino, que en su día prestó servicios de hospedería con anterioridad a la construcción del Hostal dos Reis Católicos. Los más antiguos datan del siglo XII.
En la actualidad, la Iglesia de San Pedro está abierta al culto habitual los sábados a las 19:00 y los domingos a las 10:00 y las 12:30.