La Iglesia de San Fiz de Solovio, situada en las proximidades del icónico Mercado de Abastos de Santiago de Compostela, es de uno de los templos más antiguos de la capital gallega.
Según la tradición, en este emplazamiento moraba el ermitaño Paio, que se refugió en el lugar para dedicarse a la contemplación y para hacer penitencia.
El origen de esta leyenda data del año 820, en pleno reinado de Alfonso II y obispado de Iria Flavia Teodomiro. El relato nos cuenta que el eremita Paio, durante una noche de oración, empezó a ver luces que señalaban a algún lugar cercano. El ermitaño fue guiado por estas luces y cantos de coros angelicales hasta encontrar el sitio donde reposaban los restos del Apóstol Santiago.
Los textos históricos certifican la fundación del templo con carácter previo al siglo IX y la iglesia tomó el nombre de Lobio, una aldea cercana a Compostela. Los clérigos del templo estaban muy vinculados con la tradición y relato del Apóstol y, de hecho, llegaron a formar parte de la comunidad de la Catedral de Santiago.
Sin embargo, el inmueble resultó muy dañado por las invasiones musulmanas y prácticamente destruido por Almanzor, canciller del Califato de Córdoba. Por ello, sobre el año 1122 y durante el obispado de Diego Xelmírez, la iglesia fue reedificada en su totalidad, aunque experimentó diversas actuaciones en el futuro.
A comienzos del siglo XIV, el templo románico incluyó el pórtico actual, que alberga un relieve con una representación da la Epifanía o adoración de los Reyes. Este trabajo fue documentado en el año 1316 y atribuido al maestro F. Paris.
El interés de la obra radica en que el relieve conserva todavía gran parte de la policromía original y se une a otras representaciones de la escena presentes en otros templos, como la capilla de la Corticela (Catedral de Santiago).
El proyecto, tal y como se conoce hoy en día, fue completado siglos después con la torre barroca, obra del arquitecto Simón Rodríguez. En el siglo XVIII, se realizó una ampliación del recinto y se construyó un nuevo campanario cuyo estilo fue muy imitado durante los próximos años.
El interior del templo destaca por el sepulcro del cardenal Lopo González de Carballido y la imagen de la Virgen de los Milagros y puede visitarse en martes, jueves y sábado, en horario de 10:30 a 13:00 horas.