La Iglesia de la Compañía, también conocida como Iglesia da Universidade, fue edificada por los jesuitas en el siglo XVII en Santiago de Compostela.
El templo se ubica en un emplazamiento único, en plena Praza de Mazarelos y junto a la Facultad de Xeografía e Historia, uno de los bienes más emblemáticos de las instalaciones educativas de la Universidad de Santiago.
La construcción del inmueble, de estilo barroco, finalizó en el año 1767. El conjunto perteneció al Colegio da Compañía de Xesús hasta la expulsión de la orden jesuita de España. Posteriormente, a partir de 1769, pasó a ser la capilla de la universidad.
El edificio fue objeto de estudio, hasta el día de hoy, por parte de historiadores de arte, por su sencillez y aparente ausencia ornamental. Este hecho dio lugar a innumerables discusiones y debate en el sector intelectual, tanto sobre su estilo como sobre la propia cronología.
Antonio Bonet Correa consideraba la obra como la primera construcción de estilo clasicista en la capital gallega, lo que llevó a atribuirla a Gaspar de Arce.
Entre los principales argumentos aportados por el investigador, destacaba la situación del sepulcro del arzobispo Francisco Blanco Salcedo, la adaptación de la capilla de San José a la capilla mayor y la impresión de que la fachada actual no concuerda con la estructura interior y el estilo general de la iglesia.
Sin embargo, este argumentario fue rebatido por otros expertos como Ramón Otero Núñez, por los materiales presentes en los daños del citado sepulcro o la supresión de la escena de la Asunción, que aparece citada en su contrato de ejecución, entre otros.
En todo caso, la fisionomía de la iglesia compostelana de la Compañía varió de forma sustancial desde que la Universidad de Santiago y el Colegio del Sancti Spiritus se hicieron cargo de ella tras la expulsión de los jesuitas.
Un estudio de José Manuel B. López Vázquez detalla que las nuevas actuaciones realizadas en el inmueble llevaron a la construcción de los muros exteriores, para soportar el tejado de la media naranja, o a la supresión de escudos de armas pétreos en la fachada y en la capilla de San José.
Así, las imágenes de la fachada fueron modificadas, pasando de representar a San Ignacio y San Francisco Javier a San Pedro y San Pablo.
El autor considera que el templo respondía tanto al tiempo en el que fue levantado como al estilo predominante en la época, inequívocamente barroco y una novedosa alternativa estilística al clasicismo hasta entonces vigente en la ciudad.
En la actualidad, el inmueble se utiliza como sala de exposiciones y sede de la Orquesta de la Universidad de Santiago de Compostela y destaca por su retablo mayor barroco custodiado en su interior, el crucero y el altar mayor. El horario de visita del templo está ligado a las muestras que se proyectan en el mismo.