La Colegiata Santa María a Maior e Real de Sar fue edificada en el siglo XII a orillas del río del mismo nombre y declarada Monumento Nacional en 1895. Se trata del templo que conserva la mayor parte de su fábrica románica de toda la ciudad, además de la propia Catedral compostelana.
La iglesia es el clásico ejemplo de este estilo arquitectónico. Las actuaciones para el primer monasterio datan del segundo tercio del siglo XII y arrancaron con las capillas de la cabecera. De hecho, el templo fue consagrado por el arzobispo Diego Xelmírez antes de su muerte, con las obras todavía sin concluir.
Algunos de los elementos más llamativos del edificio se encuentran en el exterior: los arbotantes construidos entre los siglos XVII y XVIII para proteger los muros septentrionales y evitar su derrumbe.
Uno de los grandes problemas del recinto es su propia estructura. Los muros y las columnas interiores están visiblemente inclinados, una situación que obligó a rehacer la bóveda de cañón en el siglo XVI.
Se desconoce si todo esto se debe a la propia intención de los promotores, aunque los teóricos apuntan a un error técnico en la construcción, la pronunciada elevación de las naves laterales o al corrimiento del terreno sobre el que se asienta, a menudo inundado por el río. Esta circunstancia proyecta una sensación de inestabilidad a todo aquel que la visita y aporta un atractivo único desde el punto de vista arquitectónico y turístico.
A través de la sacristía puede accederse al claustro, el único de todo Santiago Compostela, elaborado según el canon del estilo románico. Solo se conserva una de las alas y el resto pertenece a los siglos XVII y XVIII.
El interior, de hermosas proporciones, impresiona a todo aquel que lo visita por la inclinación de las columnas hacia las naves laterales. La pila bautismal, a la derecha de la puerta principal, es una interesante pieza arqueológica del siglo XII.
Por su parte, la capilla mayor del templo es poligonal y las capillas laterales son circulares, que se cubren con una bóveda de cañón reforzada con arcos torales. Todo el conjunto presenta los típicos motivos ornamentales propios del románico salvo su fachada principal, de la que solo se conserva la parte baja.
El inmueble cuenta, a su vez, con el Museo de la Colegiata de Sar, donde puede contemplarse una colección de piezas arqueológicas y litúrgicas. La Iglesia mantiene horario de culto habitual, mientras que Museo es accesible por parte de los visitantes de lunes a sábado de 10:00 a 14:00 horas.