La Alameda compostelana es uno de los principales puntos de referencia de la capital gallega por su ubicación en el borde de la zona monumental y el casco urbano, que conecta directamente con el final del barrio del Franco.
Por ello, canaliza una gran afluencia turística procedente de la Catedral de Santiago, además de tratarse de una zona con gran presencia juvenil, universitaria y muy querida por los vecinos.
El recinto natural cuenta con una estructura en tres áreas que se remonta al siglo XIX y representa un espacio ideal para el paseo, la actividad en familia y el ocio para cualquier edad.
La extensión de este parque urbano alcanza los 85.000 metros cuadrados en pleno casco histórico de la ciudad y presenta una gran riqueza de especies de elevado interés botánico, rutas verdes y bienes patrimoniales.
La ‘carballeira’ de Santa Susana es el espacio más antiguo del conjunto y recibe este nombre por el famoso robledal que rodea la Capilla. Además de este monumento religioso, el emplazamiento cuenta con diversos elementos de interés turístico y ambiental, como el monumento a Daniel Rodríguez Castelao.
De hecho, el recinto representa un homenaje a figuras destacadas de las letras y de la cultura cuya trayectoria vital estuvo estrechamente vinculada con Santiago de Compostela.
Esculturas de Rosalía de Castro, de Ramón María del Valle-Inclán, de Isaac Díaz Pardo o de Federico García Lorca acompañan a los visitantes durante su paseo y suponen un atractivo especial desde el punto de vista turístico, que aporta mucho más valor a este conjunto verde.
La alameda está conformada por una zona ajardinada con árboles de diferentes especies (acacias, chopos, plátanos), que se extiende desde Porta Faxeira hasta la escalinata del extremo oeste del parque. La calle central cuenta con el conocido monumento a ‘Las Marías’, en homenaje a unas hermanas que acudían cada día a pasear por la zona.
Los caminos que estructuran el recinto estaban destinados, en su día, a diferentes estratos sociales: el de la derecha para las clases populares, el central para el señorío y los nobles y el de la izquierda para profesionales con estudios académicos, profesores y religiosos.
La Ferradura, por su parte, es el jardín que enlaza los dos extremos de todo el espacio natural. El Paseo de Los Leones cuenta con dos columnas dobles cerradas por un arco y figuras sobre esta especie animal, mientras que el frente oeste está configurado por el paseo de Bóveda, el paseo das Letras Galegas o el paseo da Ferradura.
Esta zona destaca por sus monumentos, fuentes, estanques o las esculturas mencionadas con anterioridad que se dedican a figuras ‘senlleiras’ de nuestras letras.
