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gastronomía
La riqueza gallega en este ámbito es famosa más allá de nuestras fronteras. En I LOVE COMPOSTELA te presentamos algunos de nuestros platos más conocidos.
Todo tipo de platos
El mejor marisco y grandes pescados
La gastronomía gallega es una de las más ricas y variadas de España, caracterizada por una gran calidad de materias primas y una tradición culinaria arraigada a lo largo de los siglos. Esta región situada en el extremo noroeste de la Península Ibérica, se beneficia de un clima privilegiado, con una costa que se extiende a lo largo de más de 1200 km y que ofrece una gran variedad de pescados y mariscos, así como de una gran calidad de carne de vacuno de la raza autóctona Rubia Gallega.
Entre los platos más destacados de la gastronomía gallega se encuentran el pulpo a la gallega, uno de los platos más populares de la región. Este plato se elabora con pulpo cocido, patatas, pimentón y aceite de oliva, y se sirve con una salsa de aceite, sal y pimentón.
Entre los platos de marisco, destacan las almejas a la marinera, las navajas a la plancha, los mejillones al vapor y los percebes, que se consideran un manjar en toda España. También es muy popular el marisco cocido, que se sirve en las marisquerías y restaurantes de toda Galicia. El marisco gallego es famoso en todo el mundo por su calidad y frescura, gracias a las condiciones óptimas de la costa gallega.
Otro ingrediente muy utilizado en la gastronomía gallega es el bacalao, que se prepara de muchas formas diferentes, como a la gallega, en forma de croquetas, acompañado de pasas en empanadas, etc.
El pescado y el marisco gallegos son de una calidad excepcional, gracias a la riqueza de las aguas gallegas y a las técnicas de pesca sostenible.
Excelentes carnes
La ternera gallega es una de las carnes más valoradas en toda España, gracias a la calidad de su carne, que es tierna, jugosa y rosa. Es un producto de reconocida calidad a nivel estatal, gracias a su alimentación natural y a la cría en libertad en las montañas gallegas. Las reses se alimentan de pastos naturales y agua de manantial. La ternera se prepara de muchas formas diferentes, como el churrasco, la carne asada o los filetes empanados.
Otro plato muy popular es el lacón con grelos, elaborado con carne de cerdo cocida, grelos (hojas de nabiza), patatas y chorizo.
También es muy conocido el raxo, un plato sencillo y delicioso que consiste en filetes de cerdo sazonados y fritos en aceite de oliva.
El secreto del raxo gallego está en la calidad de los ingredientes. Los filetes de cerdo deben ser de alta calidad, y se cortan en trozos pequeños y finos. Luego se sazonan con sal, pimienta y ajo, y se dejan marinar durante unas horas para que tomen sabor. Finalmente, se fríen en aceite de oliva caliente hasta que estén dorados y crujientes. El resultado es un plato sabroso y jugoso que se puede servir con patatas fritas y ensalada, o con arroz blanco.
También es muy valorada la zorza, elaborada con carne de cerdo adobada con pimentón y otros condimentos. Esta carne se pica y se mezcla con ajo, sal y aceite de oliva, y se deja macerar durante varias horas antes de ser cocinada. La zorza se utiliza como ingrediente en muchos platos gallegos, como las empanadas, las filloas y las tortillas, y es una parte esencial de la cocina tradicional de la región.
Además de estos platos tradicionales, la gastronomía de Galicia cuenta con una gran variedad de productos de temporada, como las setas, los espárragos, los grelos, los pimientos de Padrón y las castañas, que se utilizan en muchas elaboraciones diferentes.
caldo gallego y cocido
El caldo gallego es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía de Galicia. Se trata de un guiso tradicional elaborado a partir de una base de caldo de carne y verduras, a la que se añaden ingredientes como patatas, grelos, chorizo y alubias. El caldo gallego es un plato fácil de preparar, ya que los ingredientes suelen cocinarse en una misma olla hasta que estén bien mezclados. Se suele servir caliente, especialmente en los días fríos de invierno. El caldo gallego es muy apreciado en la gastronomía gallega, y se considera una parte fundamental de nuestras tradiciones culinarias.
Muy relacionado con el caldo gallego está el cocido gallego, otro de los platos más emblemáticos de la gastronomía de Galicia. El cocido gallego es un guiso contundente y nutritivo hecho a base de verduras, legumbres, carne y tocino de cerdo. Actualmente, se suelen incluir también otros ingredientes como alubias, zanahorias y patatas. Este plato tiene su origen en la época medieval, cuando se preparaba para alimentar a los trabajadores del campo. En la actualidad, el cocido gallego se sigue sirviendo en muchos restaurantes y casas de Galicia, especialmente en festividades y eventos en los que se reúnen familiares y amigos.
deliciosas empanadas dulces o saladas
Las empanadas gallegas son una delicia culinaria típica de la gastronomía gallega. Se caracterizan su masa crujiente y sus rellenos jugosos y sabrosos. Entre los rellenos más populares de las empanadas gallegas se encuentran el atún, las zamburiñas, el bacalao con pasas, el pulpo, la carne picada con cebolla y pimiento o la zorza. También disfrutamos de las empanadas dulces, rellenas de mermelada de manzana, cabello de ángel o crema pastelera.
La elaboración de la empanada gallega es un proceso laborioso, que requiere de habilidad y paciencia. La masa se prepara con harina, agua, aceite y sal, y se amasa hasta que queda suave y elástica. El relleno se cocina previamente y se deja enfriar antes de ponerlo dentro de la masa. Luego se cierra la empanada y se hornea a alta temperatura, hasta que queda dorada y crujiente por fuera. El resultado es un plato delicioso y reconfortante, que representa la rica tradición gastronómica de Galicia.
pimientos de padrón
Los pimientos de Padrón son una variedad de pimiento (Capsicum annuum) originaria de Galicia, específicamente del cultivo agrícola del convento de San Francisco de Herbón, en la parroquia de Padrón (A Coruña). Estos pimientos tienen una larga historia y una estrecha conexión con la región gallega.
El origen de los pimientos de Padrón se remonta al siglo XVII, cuando los monjes Franciscanos del Convento de Herbón obtuvieron las semillas de pimiento de América, probablemente traídas por misioneros que regresaban al convento después de su labor evangelizadora en el continente americano. Estas semillas fueron plantadas en los campos de Herbón, dando origen a la variedad pimientos que hoy conocemos como pimientos de Padrón.
En sus inicios, el cultivo de los pimientos de Padrón se realizaba en pequeñas parcelas de terreno, principalmente para el consumo local y el de los monjes del convento. Sin embargo, con el tiempo, su fama comenzó a extenderse por toda Galicia y, posteriormente, por toda España, convirtiéndose en uno de los emblemáticos de la gastronomía gallega.
Los pimientos de Padrón son pequeños, de intenso color verde y deliciosos, conocidos por su sabor dulce y suave, aunque algunos de ellos pueden ser picantes. Esta característica peculiar de su sabor ha dado origen al popular dicho «Pementos de Padrón, uns pican e outros non» (Pimientos de Padrón, unos pican y otros no), que refleja la sorpresa que puede suponer degustar uno de estos pimientos.
En la actualidad, los pimientos de Padrón se cultivan en varias zonas de Galicia, aunque los que provienen de Herbón cuentan con una certificación especial que garantiza su calidad y autenticidad. La cosecha de estos pimientos suele realizarse entre los meses de junio y septiembre, y su producción se ha expandido a otras regiones de España y el extranjero.
En la gastronomía gallega, los pimientos de Padrón se preparan típicamente fritos en aceite de oliva y espolvoreados con sal gruesa, convirtiéndose en un aperitivo muy popular en toda España. También pueden utilizarse en otros platos, como tortillas, empanadas y guisos.
La historia de los pimientos de Padrón es un ejemplo de cómo un producto local puede llegar a convertirse en un símbolo, deidad cultural y gastronómica de una región. Desde sus humildes comienzos en el Convento de Herbón hasta su reconocimiento como un manjar en la cocina española, estos pimientos han recorrido un largo camino y han dejado una profunda huella en la historia culinaria de Galicia y España.
Tierra de grandes quesos
La producción de quesos en Galicia se ha mantenido en pie durante siglos, y a lo largo del tiempo se han ido desarrollando distintas variedades con características propias y sabores únicos. Uno de los quesos más populares de Galicia es el queso de tetilla, un queso semiblando de pasta blanca y con forma de pecho femenino. Este queso se elabora con leche de vaca y tiene un sabor suave y ligeramente ácido, lo que lo hace muy agradable al paladar.
Otro queso muy popular en Galicia es el queso de San Simón, un queso ahumado elaborado tradicionalmente en la comarca de Sarria. Este queso se elabora con leche de vaca cruda y tiene una textura semiblanda y un sabor característico a humo. Es un queso muy apreciado en la gastronomía gallega, y se suele consumir como aperitivo o como ingrediente en distintos platos.
Por último, otra variedad de queso que merece la pena mencionar es el queso do Cebreiro, un queso blando y cremoso con forma de torreón y elaborado con leche de vaca. Este queso tiene un sabor suave y ligeramente ácido, y se suele consumir untado sobre pan o en cocina para elaborar platos sabrosos y con un toque distintivo gallego. En definitiva, los quesos gallegos son una muestra más de la tradición y la riqueza de la gastronomía gallega.
Un pan sencillamente espectacular
El pan gallego se caracteriza por ser esponjoso y tener una corteza dura y crujiente. Esta variedad de pan es muy popular en Galicia y en el resto de España. Su preparación se basa en la mezcla de harina de trigo, agua, levadura y sal. Aunque tradicionalmente se ha amasado con levadura comercial, en la actualidad es cada vez más común encontrar pan gallego elaborado con masa madre.
La masa madre es una mezcla de harina y agua que se deja fermentar durante varios días, lo que permite que se forme una comunidad de bacterias y levaduras de forma natural. Esta masa madre se convierte en el agente leudante para el pan, en lugar de utilizar levadura comercial. Una de las principales ventajas de emplear masa madre en la elaboración de pan es que hace que el proceso de fermentación sea más lento y prolongado, lo que le da al pan un sabor más rico y complejo. Además, la masa madre también ayuda a que el pan sea más fácil de digerir gracias a la presencia de ácido láctico.
Cuando se usa masa madre, el proceso de elaboración del pan gallego es similar al tradicional, pero con algunos ajustes. El tiempo de fermentación es más largo y se necesita más paciencia y deducción por parte del panadero para trabajar con la masa. A cambio, el pan resultante es más saludable y delicioso, con una textura más suave y un sabor más auténtico. Además, el uso de masa madre también es una opción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, ya que no depende del uso de químicos y productos artificiales como la levadura comercial.
Grandes vinos para regar todo esto
Galicia es una comunidad autónoma conocida por su producción vinícola, especialmente de vino blanco.
Los vinos gallegos son famosos por su singularidad y calidad, gracias a la influencia del clima y la tierra de la región. En Galicia, se producen principalmente vinos blancos y tintos, cada uno con sus características propias y distintivas.
Entre los vinos blancos gallegos más conocidos se encuentran el Albariño, el Godello y el Treixadura. El Albariño es el más reconocido de todos, elaborado con uvas de la variedad Albariño que crecen en la región de Rías Baixas. Este vino se caracteriza por su sabor afrutado y fresco, con notas cítricas y florales, y un toque salino que le da un carácter único. Por su parte, el Godello es un vino blanco elaborado con uvas de la variedad Godello que se cultivan en la región de Valdeorras. Es un vino más denso y con más cuerpo que el Albariño, con sabor a frutas maduras y un toque mineral. El Treixadura es otro vino blanco de Galicia, producido en la región de Ribeiro. Este vino tiene un sabor afrutado y fresco, con notas herbales y un toque de acidez.
En cuanto a los vinos tintos de Galicia, destacan el Mencía, el Garnacha Tintorera y el Brancellao. El Mencía es el más conocido de todos, elaborado con uvas de la variedad Mencía que se cultivan en la región de Bierzo. Este vino se caracteriza por su sabor afrutado y suave, con notas a frutos rojos y un toque especiado. El Garnacha Tintorera es otro vino tinto de Galicia, producido en la región de Ribeira Sacra. Este vino tiene un sabor intenso y complejo, con notas a frutas negras y especias. Finalmente, el Brancellao es un vino tinto poco conocido fuera de Galicia, elaborado con uvas de la variedad Brancellao que se cultivan en la región de Ribeiro. Este vino tiene un sabor suave y delicado, con notas a frutas rojas y un toque ácido.
Desde el fresco y afrutado Albariño hasta el intenso y complejo Garnacha Tintorera, los vinos gallegos son una muestra de la riqueza y diversidad de la gastronomía de Galicia.
licores digestivos
Los licores de Galicia son una deliciosa muestra de la cultura culinaria de nuestra región. La producción de licores locales se remonta a la época medieval, y desde entonces se han elaborado licores de todo tipo. Uno de los licores más emblemáticos de Galicia es el orujo, que se elabora a partir del bagazo de uva sobrante de la vinificación. Este licor tiene alto contenido de alcohol y un sabor fuerte y afrutado, y se suele tomar como digestivo después de las comidas.
Otro licor muy popular en Galicia es el licor café, hecho a partir de la mezcla de café y orujo. Este licor tiene un sabor más suave y dulce que el orujo, con un regusto a café que lo hace muy agradable al paladar. Es un licor muy apreciado en la cultura gallega, y se suele tomar después de las comidas o como copa de sobremesa.
Por último, otra variedad de licor muy popular en Galicia es la crema de orujo. A diferencia del orujo tradicional, esta crema se elabora mezclando la base de orujo con leche y azúcar, lo que le da una textura cremosa y un sabor más dulce. Es una bebida muy agradable y fácil de tomar, ideal para tomar después de las comidas o en reuniones sociales. Además, la crema de orujo también se puede utilizar en la elaboración de cócteles y postres, lo que la convierte en un ingrediente muy versátil en la gastronomía gallega.
y Postres para paladares exigentes
La rica y variada gastronomía gallega no solamente destaca en el terreno de los platos principales y las tapas, sino que también cuenta con una amplia gama de deliciosos postres típicos que merecen ser mencionados. Estos dulces, elaborados con ingredientes tradicionales y siguiendo recetas centenarias, son una auténtica delicia para el paladar y una muestra más de la riqueza cultural de la región. A continuación, presentamos algunos de los postres más icónicos de Galicia:
Tarta de Santiago: Sin duda, el postre gallego más conocido y emblemático. Se trata de una tarta de almendra que lleva el nombre de la capital de Galicia, Santiago de Compostela. La Tarta de Santiago es un dulce delicioso y sencillo, elaborado con almendras molidas, azúcar, huevos y limón. Su característica más distintiva es el dibujo de la cruz de Santiago que adorna su superficie, realizado con azúcar glas.
Filloas: las filloas son una especie de crepes delgadas y deliciosas, elaboradas con harina, leche o agua, huevos y azúcar. Se pueden rellenar con diferentes ingredientes, como miel, nata, chocolate o compota de manzana, aunque también pueden degustarse solas. Las filloas son un postre muy popular durante el Carnaval, pero también se disfrutan en otras épocas del año.
Orejas: las orejas son otro postre típico del Carnaval gallego. Estas delicias fritas de masa hojaldrada tienen una forma que recuerda a las orejas, de ahí su nombre. Se elaboran con una masa de harina, mantequilla, huevos y azúcar, que se estira y se fríe en aceite caliente. Finalmente, se espolvorean con azúcar glas, lo que les aporta un toque dulce y crujiente.
Bica: un bizcocho tradicional de la provincia de Ourense, especialmente de la comarca de Trives. Este postre se elabora con huevos, azúcar, harina, mantequilla y levadura, y se caracteriza por su textura esponjosa y su sabor suave. La bica gallega se suele servir en las fiestas y celebraciones, acompañada de una taza de chocolate caliente o café.
Larpeira gallega: un dulce típico de la provincia de Lugo, que se elabora a base de una masa de pan enriquecida con huevos, azúcar, mantequilla y anís. La larpeira se presenta en forma de rosca o trenza y se decora con almendras y azúcar glas.
Melindres gallegos: unos dulces en forma de rosquilla, elaborados con harina, huevos, azúcar, mantequilla y anís. Son muy populares en la provincia de A Coruña, especialmente en la comarca de Melide, de donde toman su nombre. Los melindres se caracterizan por su textura esponjosa y su sabor ligeramente anisado.
En resumen, la repostería gallega es tan rica y variada como el resto de su gastronomía, ofreciendo una amplia gama de postres que deleitan a todos los paladares. Ya sea en forma de tartas, bizcochos, crepes o dulces fritos, estos postres tradicionales reflejan la riqueza cultural y culinaria de Galicia.
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